Coplas de Verano
Cuando cantan las cigarras
y le responden los grillos
irás bordeando al rozado
acercándote al camino.
Yo ya lo sé de memoria
de tanta espera escondido
¿Por qué demoras los pasos
al sospechar que te sigo?
Por fin llegaste al arroyo,
siempre en el mismo puertito.
Casualidad que a esta hora
Siempre lo encuentro vacío
Primero las alpargatas,
Luego quítate el vestido
¿no sospechas que te miran
desde el bosque ,guarecidos ?
Si tienes temor al agua
Porque el arroyo está frío
¿por qué te sonrojas tanto,
si el agua te da al tobillo ?
Como pulpa de ciruelos
Tus labios son rojo vivo.
No te muerdas tan fuerte
Al verme ya tan vecino
Tus caderas se confunden
Con las ondas de este río
¡No puedes cubrir tus senos
con esos dedos tan finos!
¿Por qué ir huyendo procuras
en procura de aquel trillo?
Justo para caer debajo
De ese timbó conocido?..
¡Que pronto vino el invierno!
¡Que pronto se fue el estío!
¿Irá la gente a bañarse
en aquel fresco arroyito ?
SALVADOR LENTINI FRAGA
Nació un 19 de septiembre de 1915 en San Javier Misiones. A los 17 años comienza a editar en una pequeña imprenta en su casa la revista MBORORE realiza una investigación histórica sobre dicha batalla que es publicada en la Revista Todo es Historia dirigida por el célebre historiador Felix Luna.Sin lugar a dudas su columna La Marcha de los Días publicada en el Diario El Territorio .Falleció un 6 de abril del año 1972.
ROMANCE DEL LAPACHO
Ya no caerán más heladas,
que está el LAPACHO encendido
y en su guitarra de sangre
gimen los vientos vencidos
y ya cantan los zorzales.
Con las cuentas del rocío,
con la piel de la azucena,
con lapacho florecido
verde selva, agua de luna
y la estrella sobre el río
llega ya la primavera.
Se rompen en los caminos
agudas picas de sangre
a sol y a sombra los lirios
están nevando el paisaje
con mil lebreles de armiño.
Y hay más lapacho ardiendo
sobre los cerros dormidos.
La noche color de luna
cabalga potros de nácar
Malabarista de leguas
sus mil cuchillos de plata
maneja sin prisa el río.
Espuma sobre la selva,
florece la serranía
con su corola de niebla.
Su afiebrada cabellera
agita el lapacho en juego
y hay una lluvia de estrellas
tibio sol ,rojo poniente,
iluminando la tierra.
Vamos a bailar , amigo
de la mano del lucero,
que está el lapacho encendido
ya no caerán heladas.
SALVADOR LENTINI FRAGA