domingo, 2 de agosto de 2009

poetas de misiones-Manuel Antonio Ramirez


PUNTAS DE CERROS COMO ISLOTES VERDES
VAN HACIA EL SOL SOBRE LA NIEBLA

Estremecidas de un mal eco
Caliginosas hondonadas sudan su letargo de selva
y silenciosos árboles elevan
centinelas de sombra en la penumbra.
Presagio en los ramajes
hay congoja de vuelos
pesadillas fugaces en un sueño de hojas.
Con pulsación de acero
sonoros tajos en el ámbito vago
el fulgor de las hachas amanece.
Simple gigante mudo árbol sin alas.
Golpe : la sombra absorbe el eco venenoso.
Trepa la muerte
En la vaina del aire
se afina el silencio
de la carne olorosa con los brazos erectos.
Los hacheros relucen como larvas de grasa
El instinto –el acecho-
dos arañas prietas.
Sed enferma de espacio
por la hondura salvaje se retuerce el aullido
del árbol
Y el cielo cae de boca sobre el muñón de monte.
Orfandad de pájaros deslumbrada en el suelo
Árbol.
¡Árbol!
La garganta del viento por los cerros
¿Árbol ?
el espanto del río desolado.
Puertos, ruedas ,ojos cómplices ,
como cuervos.
Manuel Antonio Ramírez.

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